Vestido de plumas negras y adornado con collar blanco, el cóndor sobrevuela las montañas de los Andes, incluso, cerca de donde se forman las nubes altas: a unos 6000 m s.n.m. Para encontrar su alimento, la carroña, se vale de su potente sentido de la vista y del olfato.
Es una de las aves más grandes del planeta con un peso de hasta 15 kilos y con fuertes patas de garras afiladas… Al momento de planear y elevarse por los cielos, el cóndor busca corrientes de aire caliente. A pesar de su imponencia, podría extinguirse pues su hábitat se agota por la expansión agrícola y ganadera. También, la falsa creencia de que es “cuatrero” o ladrón de animales ha llevado a que sea perseguido por los humanos. Lo que sí es cierto es que sus hábitos alimenticios evitan que se propaguen enfermedades y plagas relacionadas con la descomposición de otros animales.
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